Blog.[cumClavis]: Es absolutamente normal…:
"Es un índice de normalidad y, añadiría, de salud organizativa la desconfianza del personal respecto a la sincera voluntad de integrar y de hacer participar a las personas que algunas organizaciones proclaman a todos los vientos cuando quieren elaborar planes para su futuro. ¿Acaso es lo más habitual?
De la misma manera, hay que considerar absolutamente normal que los equipos y las personas compongan este rictus irónico ante el compromiso de muchas organizaciones de desarrollar estos planes. ¿Acaso conocemos en vivo y en directo muchos planes [estratégicos, directores, de formación, etc., etc., etc.] que se hayan llevado a cabo?
No considero nada normal y desconfío abiertamente de quien pone la otra mejilla, de aquellas actitudes pseudo-comprensivas que, ya sea porque esperan la arribada de un mesías o porque creen que, como con el rey Arturo, hubo un líder que fue y será, admiten y se resignan a cualquier situación o rol al que se vean [auto]relegados.
Es completamente normal que, al menos durante un tiempo [mucho tiempo], no se participe abierta y multitudinariamente en estos magníficos escenarios dospuntocéricos que se crean [que creamos] en las organizaciones para que las personas dialoguen, colaboren y compartan. ¿Acaso es habitual que en Jornadas o congresos haya un alud de preguntas o intervenciones después de cada exposición? ¿Porqué esperar otro comportamiento en escenarios tecnológicos? ¿Es que no aprendimos, en su momento, la lección del e-learning? Además, a todo eso hay que sumar que si buscamos evidencias reales de dospuntocero en las organizaciones tendremos que recurrir a métodos tan poco ortodoxos como las psicofonías y de que, como mucho, encontraremos girones de ectoplasma 2.0 desperdigados aquí y allá…
También es absolutamente normal que los cuadros directivos y responsables en general no admitan todo este conjunto de normalidades y que reaccionen las más de las veces con el desencanto y desistiendo de sus gloriosas intenciones [en el caso de que fueran gloriosas y realmente “intenciones”…] No debería ser normal que esa actitud contase tantas veces con el apoyo y la confabulación de asesores y consultores…
Todo esto no indica nada más que directores, responsables y, sobre todo, consultores hemos de aplicarnos más en ser coherentes entre lo que decimos y lo que realmente hacemos, investigar de una vez por todas en metodología de las metodologías y en darnos tiempo y persistir paciente y disciplinadamente en el desarrollo de estas herramientas y técnicas nada comunes y, por lo demás tan sencillas… Pero mucho me temo que tampoco esto sea lo más normal…
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