Las sociedades cambian. Y todo lo que albergan también. El ámbito, económico, educacional, laboral. El entorno cambia mucho, y las personas que lo habitan deben seguir esa corriente. Existe una simbiosis que es impulsada por la competencia y la división del trabajo. Algunos científicos sociales de principios del siglo pasado, etiquetaban a este nivel de relación como el nivel biótico de la organización humana. Como toda teoría, esta ha sido cuestionada, evaluada, superada. Pero no deja de tener razón en algún nivel.
La competencia es, sin duda, una de las características más notorias de la sociedad actual. No todos pueden tener todo. Y esto es casi una ley: el producto escaso es el más buscado, pero no todos pueden obtenerlo. Esa sentencia puede trasladarse a distintos ámbitos de la vida común. También al mundo laboral.
La crisis ha removido muchas concepciones sobre el mundo laboral. Antes se pensaba que el ser leal a una empresa bastaba para tener un puesto de trabajo seguro. Ya no es así. La inestabilidad es la regla. Basta con observar el incremento de los índices de desempleo actuales. Miles de personas han perdido su trabajo desde fines del año pasado. Ya no basta con la lealtad. Ojo: esto no actúa en detrimento de la cultura organizacional, sino que hace énfasis en la productividad.
Antes de buscar trabajo. Incluso antes de redactar el curriculum vitae, se debe tener en cuenta esta realidad. Las cosas no son las mismas que antes. Y por antes me refiero a hace dos años. Las empresas ahora buscan gente productiva. Recursos humanos activos. Y que sean de calidad.
Dos puntos a tener en cuenta.
En primer lugar, hay que demostrar que se está preparado. El curriculum vitae es la garantía del nivel profesional o técnico que el trabajador tiene. Debe estar organizado y consignar desde estudios universitarios o técnicos hasta seminarios o cursos libres.
Hay que tener en cuenta que no sólo son importantes los títulos. La personalidad del postulante también es crucial. Y esto solo se verifica en la entrevista. Mientras está ocurre, pues hay que dar una imagen de líder, de persona responsable, de apasionado por el trabajo. El compromiso es importante, y todos estos factores solo se verifican cara a cara con el entrevistador.
Hay que estar preparados para el mercado laboral de hoy. Más competitivo. Si antes se daban empujones, ahora se darán codazos. El panorama es más complejo y complicado. Una vez más, hay que estar preparados.
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